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Rock y libertad

La ciudad de La Plata es un lugar donde se respira música, un gran semillero donde emergen bandas todo el tiempo, donde salir a ver y escuchar un recital siempre es un excelente plan. La noche del viernes 14 de abril no fue una excepción, ya que Natario se presentó en Clandestino bar. El lugar está ubicado sobre el diagonal 74, aquél que cruza toda la city y es muy simbólico: nace en el río y termina en el cementerio entonces, comienza con la escenificación del agua como fuente de vida y termina con la muerte, expresando otra de las aristas de la masonería, omnipresente en La Plata, reflejando el ciclo de la vida.
Vida y vitalidad es lo que abundó en el show de Natario. Una banda clásica a guitarras, bajo, batería y voz. Un grupo que sigue presentado su material que son dos producciones: Maquetas en la oscuridad y Máscaras y espejos. Canciones que le cantan a romper con la rutina, a no aceptar como robots lo que impone el sistema y al menos ser conscientes de la cruda realidad que nos rodea.
Clandestino es un bar dispuesto con un escenario y muchas mesas y una barra, donde se puede tomar y comer algo mientras se disfruta de la velada. Natario empezó con «Gritar» y «Recuerdos», odas a expresarse y a la melancolía del barrio que ya no es pero siempre está presente.
El recital contó con la participación de Yamila Moreno en voces para sumarse a «Bailando» y con un enérgico cover de los redondos (Yo caníbal) y otro muy poderoso de Las Pelotas (Sin hilo).
El público fue muy receptivo al show de Natario, acompañando en palmas y gritos y pidiendo bises.
El tema que cerró la presentación de Natario fue «Fuego», una canción que habla justamente del espíritu vivido en Clandestino «noche con amigos, recital».

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