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A 30 años del In Útero

«La angustia adolescente ha dado sus frutos» canta el rubio alado en el primer tema del In Útero «Serve the servants», burlándose del fabuloso éxito de su disco anterior Nevermind y de su rol de portavoz de la generación x.
A 30 años de su lanzamiento, In Útero de Nirvana no ha perdido un ápice de su espíritu abrasivo, incómodo y sincero.
Luego del éxito arrollador del cristalino Nevermind, Cobain se vió obligado al estrellato y todo lo que eso implica. Porque Nirvana era una banda emergente, con un sonido punk pero sin escaparle a las melodías, a los estribillos pegadizos. Aunque no se podría decir que Cobain no había buscado el éxito con su banda. El mismo había enviado el demo de sus canciones a grandes discográficas en busca de un contrato.
Lo trágico, dice Cross (el escritor de su potente biografía»Heavier than Heaven), es que Kurt en realidad buscó la fama casi desesperadamente, quizá para aliviar su soledad, su sensación de fracaso, su abandono. Y que cuando la tuvo, la fama y el amor incondicional de los adolescentes no le sirvió para nada.
In Útero fue toda una declaración de principios desde la elección del productor: Steve Albini, gloria del under y reconocido por grabar a las bandas sin mucho artificio, haciendo hincapié en la grabación en directo sin muchas vueltas. Justo lo que quería Kurt.
Entonces, las canciones son directas, brutales. Es otra banda. Se escuchan acoples, una voz más gastada de Cobain pero conservando toda la potencia. Las letras son sentidas «Siempre quise tener un padre y en cambio tuve un papá» (Serve the servants), «Estoy tan cansado que no puedo dormir, soy un mentiroso y un ladrón), «Qué más podría decir? Todo disculpas » (All apologies).
La controversia llegó antes de que el disco sea editado. Kurt lo quería titular como una canción, que al final no fue parte del disco (Me odio y me quiero morir), pero sobre todo porque el rumor que se había extendido era que el nuevo material era inescuchable por lo ruidoso y poco producido.
La compañía exigió que se vuelva a grabar. La banda cedió en la remezcla de algunos temas para hacerlos más radiables ( Heart shaped box, All apologies) pero el espíritu del disco no se desvirtuó: In Útero es un triunfo de la honestidad, un trabajo sincero que dice: este es nuestro sonido ahora, estas son las mejores canciones que podemos hacer. Y sigue sonando tan sincero como en aquél 1993.